¿Se puede conocer la historia de un paisaje? Sí, porque se sabe bien las etapas sucesivas que conducen de la vegetación inicial a la actual: los expertos hablan de fases regresivas si la vegetación se degrada. En el caso contrario, resulta también sencillo reconocer las plantaciones hechas por el hombre. Se puede, por ejemplo, determinar el escenario de regresión (esbozado al principio) en el caso de los matorrales. Así, con cada agresión humana, por fuego o roturaciones, se obtendrá sucesivamente: después de la pérdida del bosque, un matorral típico de madroños y matas arborescentes; tras una nueva agresión, un matorral bajo que contiene matojos. El próximo ataque determina la formación de un tapiz muy pobre de jaras. Finalmente no subsistirá más que una débil capa que colonizarán los pinos. La landa conoce, asimismo, sucesivos estadios de degeneración, perfectamente legibles para los pequeños «Sherlock Holmes» de la botánica.