La vida mental: un difícil equilibrio

14/09/2015 1.457 Palabras

Una multitud de enfermedades Las patologías mentales pueden referirse al campo de la inteligencia o al afectivo. En el primer caso se trata de retrasos mentales y de demencias, que son, sencillamente, disminuciones más o menos importantes de las facultades intelectuales. La esfera afectiva puede ser víctima de distintos tipos de desórdenes: retrasos afectivos, perturbaciones de la conducta (cóleras o repliegues sobre uno mismo excesivos), psicopatías (ausencia de sentido moral, violencia, etc.), perturbaciones relacionadas con la epilepsia (enfermedad caracterizada por convulsiones, con pérdida del conocimiento) y, sobre todo, neurosis y psicosis. Las neurosis son enfermedades de la personalidad que modifican el comportamiento del individuo, sin trastornar su conciencia de la realidad. Por esto, el neurótico anhela fervientemente su curación. Las psicosis, contrariamente, son afecciones más graves, en las que la persona no advierte la relación precisa que mantiene con los demás, ni consigo mismo. Su mundo se hace irreal, él se considera otro (desdoblamiento de personalidad); en una palabra, no tiene conciencia de estar enfermo.

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