¿Cómo viven los líquenes? La asociación hongo-alga, que constituye el liquen, tiene propiedades curiosas. Los órganos encargados de fijar la planta a su soporte y de recoger el alimento, los rizoides, no son verdaderas raíces, como se ve al examinar su estructura microscópica. La mayoría de las 30.000 especies conocidas son epífitas, lo que explica la debilidad de su enraizamiento. Como, por otra parte, sus posibilidades en materia de asimilación clorofílica no son grandes, estos vegetales dependen prácticamente del «viento que sople». Suelen medrar en los roquedales y frecuentemente se ven en los edificios, agarrados a las tejas y a las fachadas.